Suena el timbre del recreo y decenas de niños comienzan a correr por los pasillos y el jardín de Providencia. El sol de la tarde invita a jugar al fútbol, a la mancha o simplemente a sentarse en el pasto a charlar con amigos. Minutos más tarde vuelve a sonar el timbre y los más chicos vuelven a agolparse en los pasillos para entrar clase. Los más entusiasmados son los que tienen taller de informática y se apuran para llegar en hora.
En el Centro de promoción familiar Providencia, ubicado en el barrio Cerro de Montevideo, se amalgama el desenfrenado entusiasmo de los niños con el orden y el respeto que promueven los educadores y voluntarios en todo momento. De lunes a viernes reciben a casi 200 niños y adolescentes, quienes asisten al centro a contra horario de la educación formal. Además de los talleres de informática, inglés, y apoyo escolar y liceal, los beneficiarios encuentran contención, y el apoyo de profesionales preparados para detectar y atender dificultades de aprendizaje.
“El desafío que tiene Providencia es ser fiel a ese espíritu fundador que tuvo desde el principio, brindar mayores y mejores oportunidades educativas y laborales a niños y adolescentes. Nuestra misión es educar para la vida y nos proponemos lograr que chiquilines salgan de Providencia pudiendo ejercer su libertad, con criterios como poder para decidir con quién me quiero ennoviar, dónde quiero estudiar, dónde quiero trabajar, y que las limitaciones socio-económicas no sean un obstáculo para crecer. Ahí tenemos mucho trabajo por hacer, desde mejorar la calidad y la cantidad de nuestra atención, hasta comenzar a trabajar antes con los niños. También tenemos un gran desafío con los adolescentes y su futura inserción laboral después que egresan del liceo. Vamos caminado hacia ahí”, explica el coordinador del centro, Luis Arocha. Reaching U apoya el trabajo de Providencia desde el año 2006, y en 2011 comenzó a aportar para el desarrollo del programa El placer de aprender.
Este programa surge de la necesidad de atender la problemática educativa que afecta a los niños que concurren al centro diariamente. El proyecto trabaja sobre la relación que existe entre el elevado índice de repetición escolar y la falta de habilidades básicas para el aprendizaje que presentan los alumnos. Si bien Arocha considera que aún les queda mucho camino por recorrer para alcanzar el objetivo de la organización, el trabajo de Providencia se ve plasmado en cifras que dan muestra de los logros alcanzados hasta ahora: -En 2011, el 93% de los niños que asistieron al Club de Niños pasó de año, mientras que en el caso de los adolescentes la cifra es del 86%. Se están procesando los datos de 2012, que seguramente superarán los del año anterior. -El 83% de los niños diagnosticados con dificultades de aprendizaje en Providencia reciben atención especializada y están avanzando en su desempeño escolar. -La velocidad lectora de los niños que participaron del programa El placer de leer aumentó un 75% en un año.